jueves, 12 de enero de 2017

Testimonio desde Panamá

Hola a todo(a)s,

Quisiera compartirles mi testimonio.

Desde pequeña he sufrido de dolores en las piernas durante las noches, lo que los pediatras le llamaron "dolores de crecimiento", en lo que estaban equivocados ya que, ni crecí mucho, y persistieron durante la adolescencia y mi vida adulta. También durante mi niñez me fue diagnosticada epilepsia (ausencias y sacudidas involuntarias de las extremidades). Ya en mis 20s se afincaron los dolores de espalda y cuello crónicos, en las piernas y pies, adormecimiento, parestesia y migrañas. Esto sin contar con un estado de ansiedad perpetuo. Y después de varias visitas a psicólogos y psiquiatras, les dijeron a mis padres que solo tenía ADHD o ansiedad generalizada. Sin embargo, todos estos síntomas estaban conectados y no eran condiciones paralelas.

A mis 25 años, al encontrarme en una disyuntiva profesional y sentimental tuve mi primera crisis severa. Por la cual tuve que dejar de trabajar por un período de tiempo, ya que no podía pararme de la cama. Levantarme para darme un baño y regresar era una de mis metas diarias por lograr. Lloraba cuando alguien me tomaba de la muñeca, tenía insomnio y ello hacía que afloraran los dolores en la espalda baja, que solo aliviaba la ducha con agua hirviendo directamente en el área.

Llegó un momento en que el dolor me agobiaba, no dormía más que dos horas diarias y la ansiedad, el dolor y la depresión me embargaron. Después de un tour médico por varios especialistas, incluyendo reumatólogos, psiquiatras y neurólogos, encontré uno que pudo diagnosticarme correctamente y me puso en un tratamiento de analgésicos, corticoides, anti-inflamatorios y ansiolíticos/antidepresivos, sin contar con el anticonvulsivo que tomaba desde los 8 años. Gasté un dinero importante en estos medicamentos y no me ayudaron en nada. Cada cuerpo funciona diferente pero en mi caso, solo me sentía drogada y adormecida, con el dolor siempre presente.

Investigué y en otros países como Estados Unidos, Argentina, España, Portugal y Canadá se estaba utilizando el Cannabis para el tratamiento integral de esta afección. Me aventuré a conseguir un poco bajo cuerda y he podido extraer el ingrediente activo medicinal (CBD) en tinturas, aceite, y miel, además de vaporizarlo para no tener que fumarla. Y es lo único que me ha ayudado a manejar el dolor, ansiedad, estrés e insomnio. Lo demás fue un cambio integral en mi dieta, bajar de peso, hacer ejercicios de bajo impacto como el Yoga y la natación, y la acupuntura.

Ya tengo dos años sin crisis, aunque siempre tengo arranques de dolores generalizados durante mi ciclo menstrual. Pero lo más importante es siempre encontrar esa fuerza interior para seguir adelante un día a la vez. Tomar cada tarea frente a ti y seguir con la que viene. Un paso a la vez, y además... siempre SIEMPRE tener la actitud más positiva que se pueda tener, manejar el estrés de la mejor manera y no preocuparse mucho por las cosas, y así no sumarse más estrés del que uno ya tiene.

Disculpen por el largo del texto, pero espero que sirva para compartir experiencias y aprender las diferentes formas que hay disponibles de manejar esta condición.

Saludos y mucha fortaleza.

Marge--

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